Vivo de cerca esta generación, y me fascina. Los nativos entre aproximadamente el 1993 y el 2003 y que responden a la llamada Gen Z, son para mí, fuente continua de sorpresas.
Me dediqué a observarlos en esa larga temporada en la cual estábamos inmersos en miedos y tensiones continuas, entre 2020 y 2021. Descubrí su capacidad de aguantar el encierro, buscar soluciones alternativas para seguir relacionándose, estudiar o trabajar en equipo con nuevas herramientas digitales. Son mis héroes del alma.
Reflexionando hoy sobre el mundo de las organizaciones, me doy cuenta de que con frecuencia no estamos preparados para acogerlos como se merecen.
¿Qué quieren estos jóvenes adultos? ¿Qué tipo de empresa buscan, les satisface, les mantiene motivados?
Hablando con unos cuantos de ellos, he recogido información valiosa que puede ser útil para las empresas más interesadas a un cambio. Eso es lo que quieren:
Buen ambiente. Un entorno en el cual puedan trabajar siendo ellos mismos, donde se sientan aceptados. No quieren ser uno más.
Flexibilidad. En horarios, lugar de trabajo
Conciliación. Poder cubrir facetas de sus vidas privadas sin sentirse culpables
Bienestar y cuidado. Estas propuestas deben tener un valor real
Diversidad e Inclusión. Una organización en la cual se apueste por incluir lo diferente.
¿Estamos preparados para captar de veras este tipo de talentos?
¡Comienza a gestionar tu cambio!